PORTUGAL: Neoliberalismo, a nova fé dos ex -maoístas
Hoje, muitos deles se destacam como grandes figuras dos partidos do poder. Portugal-se no primeiro país a exportar um ex-maoista para presidente da comissão europeia, o único órgão executivo da União Europeia.
Os partidos, Social demócrata (PSD, conservador apesar do seu nome) e Socialista (PS), que se se têm alternado no poder nas últimas dos décadas, têm sido refugios ideais tanto para os ex-seguidores do atualmente falecido líder chinês Mao Tse Tung, como para os intelectuais críticos dos partidos comunistas.
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Los dirigentes de la corriente que en Francia e Italia fue tildada, por los partidos comunistas tradicionales hace tres décadas, respectivamente de gauche divine (izquierda divina) y borghesía illuminàta (burguesía iluminada), simplemente se esfumaron en su mayoría sin lograr capear el temporal neoliberal.
Sólo muy contados casos se mimetizaron en el sistema actual, pero en cargos de segundo orden.
En cambio sus equivalentes lusitanos, tanto de la llamada izquierda bem pensante (izquierda intelectual crítica), que los comunistas entonces afiliados a los dictados de la hoy extinta Unión Soviética llamaban la izquierda de café, como la maoísta, ahora ocupan lugares destacados del Estado, la justicia, el mundo empresarial, periodístico y académico.
El caso más conocido, es el del ex primer ministro conservador y actual presidente electo de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que en sus años mozos lideró el sector estudiantil del maoísta Movimiento de Reorganización del Partido del Proletariado (MRPP).
Durão Barroso fue el número dos de Arnaldo Matos, descrito en la época como el gran dirigente y educador del proletariado portugués .
Si bien este político es el más destacado de los actuales maoístas arrepentidos, la lista de los ex MRPP y de los demás revolucionarios del ex Comité Marxista-Leninista Portugués y de los ex Partidos Comunista Portugués/Marxista-Leninista(PCP-ML) y Reconstruido (PCP-R), es vasta y se les encuentra en lugares destacados.
Una minoría de ex, tanto de la izquierda crítica como de los maoístas, está también constituida por algunos menos arrepentidos que otros, ya que no se fueron al extremo de la derecha, sino que detuvieron su marcha en el PS, pero en los sectores más pro estadounidenses de este partido.
Estos son los casos de los ex MRPP José Lamego, que por invitación de Washington se desempeña como asesor del gobierno provisional de Iraq, de Ana Gomes, jefa de relaciones internacionales del PS y de la Fiscal General del Estado adjunta y hasta el año pasado subdirectora de la Policía Judicial (PJ), la jueza María José Morgado, esta última ahora independiente.
La magistrada recuerda hoy que, cuando decidió abandonar en 1977 el MRPP, su joven colega universitario Durão Barroso presentó una moción titulada: Abran fuego contra la renegada María José Morgado.
Hoy, la fiscal no observa luto por su antigua ideología. Haber sido maoísta me hace sentir mucho más vigilante, tener mucho más cuidado en las decisiones, mucho más apego a las instituciones y a la democracia liberal, apunta.
Muchos ex maoístas y de pequeños partidos del llamado universo marxista leninista revolucionario, conocidos como los M-L, defensores acérrimos del reconocimiento a la figura histórica e ideológica del líder soviético José Stalin, viajaron directamente hasta la derecha, sin escalas intermedias.
Entre los casos más visibles de los M-L, se destacan el diputado José Pacheco Pereira, alto dirigente del PSD y uno de los más ardientes defensores de la intervención estadounidense en Iraq, y el periodista Artur Albarrán, que en 1975 encabezó el asalto revolucionario a la embajada de la España fascista y que hoy representa los intereses de la empresa fundada en Portugal por el ex director de la CIA Frank Carlucci.
Otro caso de destaque es el de la socióloga Esther Mucznik, quien en 1975 se declaraba marxista-leninista-maoísta, un recorrido ideológico que explica la temperatura de la época y que en la actualidad como dirigente de la comunidad judía lusitana, en una columna semanal en el periódico Publico, defiende con ardor la política de Israel contra Palestina.
Los redactores de A Voz do Povo (La Voz del Pueblo), un semanario M-L de los años siguientes al golpe militar izquierdista de 1974, se ubican ahora en destacados lugares de la comunicación social más conservadora.
Entre los más conocidos, se cuentan José Manuel Fernándes, director de Publico, el principal periódico del país, y Manuel Falcão, director del canal 2 de la Televisión Portuguesa, y editores de los influyentes semanarios Expresso y Grande Reportagem.
Entre los llamados bem pensantes de la izquierda crítica, tanto a China como de la Unión Soviética, el caso más notorio es el del actual presidente de Portugal, Jorge Sampaio, líder del Grupo de Intervención Socialista (GIS) entre 1974 y 1980, que en 1982 fue disuelto y todos sus miembros ingresados en pleno al PS.
La herencia del GIS, que más que un partido fue una asociación de reflexión de la que formaban parte los más destacados juristas, filósofos, historiadores y profesores universitarios de entonces, registra hoy nombres tales como el del juez José Nunes de Almeida, presidente del Tribunal Constitucional, y João Cravinho, ex ministro de Obras Públicas.
Aunque sin una forma orgánica, todos los miembros del grupo siguen manteniendo una estrecha relación intelectual. Muchos de ellos firman columnas de opinión en los principales diarios y semanarios de todo el país y cuentan con gran peso en especial en el mundo académico, donde ocupan cátedras en las principales universidades.
Su paso al PS fue más suave que el de los maoístas y otros M-L, porque como explicó a IPS el analista político Augusto Vilela, no existían grandes diferencias ideológicas, sino más bien de estrategia y táctica, entre Sampaio y Mario Soares, secretario general del PS hasta 1986, y luego presidente del país entre ese año y 1996.
Los 'ultras', en cambio, debían presentar un certificado de buena conducta a la derecha emergente en la década del 80, autocalificando su pasado como un sarampión revolucionario de juventud, adoptando posturas muchas veces extremamente conservadoras, añadió.
Hoy, los ex maoístas se describen de varias formas. El director de Publico explicando que la izquierda privilegia más la igualdad y la derecha la libertad, y para mí, la libertad es el bien esencial.
Lamego, por su parte, continúa considerándose de izquierda, pese a las críticas de su propio partido por haber aceptado la invitación de Washington en Iraq. Soy un socialista liberal, porque ¿qué es la izquierda?: defender la libertad y un sistema donde prevalece el mérito, observó.
Falcão, cuyos editoriales inflamados en A Voz do Povo hace tres décadas colocaban la etiqueta de social-fascista al resto de la izquierda, hoy se reconoce como un anarquista de derecha con preocupaciones sociales.
En los últimos 30 años, ningún ex maoísta o ex M-L ha declarado arrepentimiento por haber apoyado la revolución de los capitanes izquierdistas del ejército que en 1974 derrocaron la más antigua dictadura europea, instaurada en 1926, y desmantelaron un arcaico imperio colonial de seis siglos.
En el actual abanico político lusitano, el MRPP continúa existiendo, con fluctuaciones entre 0,8 y 1,2 por ciento de votos en cada elección, todos ellos concentrados en las universidades.
Reivindican a Mao y a Stalin, y sus peores enemigos no son los renegados de la dirección comunista de China actual sino los traidores nacionales, casi todos ellos protagonistas de una historia de éxito en el nuevo sendero neoliberal.
La jueza Morgado resume el sentir generalizado de todos ellos: el maoísmo fue una buena escuela, éramos un grupúsculo de fanáticos testarudos que nunca causamos daño a nadie, pero que, felizmente, no tomamos el poder.
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